No sé por qué mi familia es tan perversa conmigo, no tienen conciencia, tienen el alma y el corazón de piedra, que no entienden que no puedo quedarme aquí sentado mientras hay gente allá afuera sufriendo. Querían que saliera de mi mundo, ya lo hice, y ésa es la realidad.
Miguel Ángel te daré al menos los tennis que quieres...
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