miércoles, 16 de noviembre de 2011

Siempre seré su fiel esclavo


Sebastian, con sus ojos vendados y sus manos y pies atados, solo esperaba, en el frio suelo, a Su Señor, Claude Faustus, quien le veia desde arriba con un latigo en sus manos y una sonrisa divertida dibujada en su rostro. Toma y mira curioso el mango del latigo y se inclina levemente hacia Sebastian haciendo que el mango tocara su rostro y este se alejara asustado, provocando una carcajada a Su Amo. Al terminar su risa se incorpora rapidamente comenzando a latigar a Sebastian, quien soltaba gritos desgarradores que aumentaban a cada golpe. Despues de unos minutos, Claude, se detiene, se vuelve a inclinar acomodando el cabello de Sebastian y le besa dulcemente el cuello y depsues la mejilla mientras acariciaba su pequeña entrada, despues se levanta saliendo de la habitacion dejando a Sebastian anonadado hasta que este de estremece por el repentino azote de la puerta provocado por Claude quien habia entrado nuevamente con una sonrisa sobria y en su mano portaba un consolador negro y en su otra mano una pequeña bolsita de tela. Al acercarse a Sebastian, abre la bolsita sacando de ella un par de pinzas metalicas, en cada una un par de bolas metalicas por igual, a cada extremo, Claude se acerca al pecho de Sebastian, acaricia, besa y muerde sus pezones para colocar cada una de las pinzas en cada uno de ellos y tomar violentamente a Sebastian de los cabellos levantandole haciendo que las bolas de las pinzas, atraidas por la fuerza de gravedad, jalaron hacia abajo los pezones de Sebastian haciendole gritar, Claude complacido por la reaccion de su amado, le besa con mucha pasion empujandolo hacia atrás para amarrar su cuerpo a la pared junto con sus piernas abiertas igualmente apegadas a la pared dejandolo inmovilizado, Claude lanza una mirada cinica al consolador y le susurra "ciertas cosas" a su oido mientras introducia el gran consolador en su entrada hasta llegar al fondo deleitandose con los horribles gritos de Sebastian que aun permanecia vendado de los ojos.
Sebastian, gritaba y gritaba sin que fuera escuchado y sus gritos se quedaran atrapados en aquella oscura habiacion haciendo que Claude se exitara cada vez mas susurrando el nombre de Sebastian ignorando su dolor.
Claude, desata a Sebastian aventandolo al piso, le coloca una corra y le ordena ponerse en cuatro, imitano a un cachorro, Sebastian obedece sin opcion alguna comenzando a caminar conforme Claude le jalaba de la correa sacandolo de la habitacion, y sin que Sebastian supiera, le lleva a otra habitacion donde se encontrabas varios Amos con "sus mascotas" que al igual que Sebastian carecian de sus ropas. Los demas Amos miraban a Claude que saludaba con gusto, mientras otros admiraban y alagaban la belleza del cuerpo de Sebastian. Al centro de la habitacion se coloca un señor de unos 30 años diciendo que no se impacientaran que pronto comenzarian, cada amo colocaba y amarraba de la correa a su respectivo sumiso poniendolos a todos muy juntos mientras les daban , a algunos, oredenes y estos sumisos comenzaban a besarse apenas lamiendo sus labios pues el amarre a la pared les impedia moverse con libertad. Sebastian estaba siendo tocado por un par de sumisos que estaban a cada de sus lados, uno le besaba y otro le masturbaba, los amos se separaban de ellos y algunos se sentaban a charlar, otros a comer y otros preferian disfrutar del espectaculo.

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